Thursday, April 16, 2015

A dos años de “Sandy”, miseria en Santiago de Cuba

A dos años de "Sandy", miseria en Santiago de Cuba
"No hay trabajo, no hay dinero, si compras zapatos, no comes, y si
comes, andas descalzo". La disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU)
cita a continuas protestas
miércoles, abril 15, 2015 | Cubanet

SANTIAGO DE CUBA. — Dos años y medio después de que el huracán Sandy
devastase la segunda ciudad más grande de Cuba, Melba Martínez, de 35
años, sigue sin conseguir trabajo y se las ve mal para alimentar a sus
dos hijos con las raciones gubernamentales que le corresponden, obligada
a afanarse todos los días por tratar de conseguir un poco más de arroz o
de aceite para cocinar.

"No hay trabajo, no hay dinero. Todo está caro, el salario no va (no
alcanza)", expresó la mujer. "Si ganas 225 (pesos, menos de $10), cómo
vas a comprar un par de zapatos que te cuesta 500 ($20)?"

"Si los compras, no comes, y si comes, andas descalzo", agregó.

A escasa distancia en auto del centro colonial de Santiago, Josefina
Arocha Saco vierte una lata de leche condensada en una máquina de
preparar helados, armada con un viejo aire acondicionado, una fuente de
una mesa de vapor de una cafetería y una palanca de transmisión metálica
hecha a mano. Si suficientes escolares compran helados a cuatro centavos
de dólar, puede cubrir los costos de su licencia, pagar los impuestos y
ganar más de lo que ganaba como maestra.

"Hay de todo, todo el mundo puede sacar patente" para desarrollar alguna
actividad privada, declaró Arocha. "Es más abierto, más libre".

Lejos del boom turístico y de las inversiones que llegan del exterior a
La Habana, los residentes de la región oriental de Cuba luchan por salir
adelante en medio de una economía tambaleante. A algunos les va mejor
que a otros en una provincia más pobre y aislada que la capital. Si bien
muchos santiagueros han abierto negocios al amparo de las reformas
económicas de los últimos cuatro años, a la ciudad no han llegado los
inversionistas extranjeros ni el dinero de cubanos emigrados que
instalan negocios en La Habana, desde restaurantes finos hasta spas y
gimnasios para la creciente clase de cubanos ricos.

Los teléfonos celulares siguen siendo un lujo inusual en Santiago. El
público tiene acceso a la internet solamente en un puñado de lugares en
una metrópolis de medio millón de habitantes, mientras que los
residentes de La Habana, una ciudad cuatro veces más grande, tienen
decenas de sitios donde conectarse a la internet.

Es más fácil llegar desde La Habana a Miami que a la segunda ciudad más
grande de la isla, hacia la cual hay apenas dos vuelos diarios siempre
llenos y trenes lentos e imprevisibles. En la carretera de dos carriles
entre La Habana y Santiago hay más bicicletas y carretas de caballos que
automóviles y autobuses turísticos de fabricación china. Mucha menos
gente recibe remesas de familiares que viven en el exterior. Los
residentes del oriente, una región con más afrocubanos que el occidente,
siguen emigrando en grandes cantidades y buscando trabajo en la capital,
donde algunos les dicen despectivamente "palestinos".

Los cubanos de todo el país se quejan de los bajos salarios y los altos
precios, pero esa queja tiene una dimensión particular en Santiago. Las
calles están tensas, a pesar de un programa de reformas y de
construcción de edificios impulsado por un dirigente local del Partido
Comunista muy elogiado por su carisma. En la ciudad funciona la
agrupación disidente más grande de la isla, la Unión Patriótica de Cuba
(UNPACU), que convoca manifestaciones frecuentes y distribuye panfletos
y DVDs en los que promueve cambios democráticos.

Muchos militantes de esa organización recuerdan el papel del oriente
como cuna histórica de todos los alzamientos que ha habido en Cuba,
desde las guerras de la independencia de España en el siglo XIX hasta la
revolución castrista que comenzó con un ataque al cuartel de Moncada en
una colina en las afueras de la ciudad.

"En La Habana radica la élite del país. Entre el occidente y el oriente
de Cuba, el occidente siempre ha sido más favorecido", manifestó Carlos
Arnel Oliva Torres, presidente de la rama juvenil de UNPACU, que dice
tener unos 4,500 afiliados, la mayoría de la región de Santiago. "El
oriente del país siempre ha sido la parte menos beneficiada, por eso las
cosas generalmente han empezado por acá".

No hay indicios, no obstante, de que los sueños de UNPACU de alcanzar
proyección nacional se vayan a hacer realidad. De hecho, su apoyo es más
bien limitado incluso en la misma Santiago.

El gobierno parece estar haciendo grandes esfuerzos por conquistar el
respaldo de Santiago y numerosos residentes descontentos con el estado
de cosas dicen que las autoridades provinciales han tratado de mejorar
las condiciones de vida en respuesta al malestar predominante.

Lázaro Exposito, primer secretario del Partido comunista en la provincia
de Santiago, ha ganado fama por involucrarse directamente en la
resolución de problemas. Ha invitado a la ciudadanía a expresar sus
quejas en reuniones públicas e increpado frente a las cámaras de la
televisión a funcionarios públicos que no cumplen con su misión.

La devastación causada por Sandy es casi imperceptible para el visitante
gracias a un programa de reconstrucción. Los residentes dicen asimismo
que el gobierno eliminó muchos obstáculos para abrir negocios privados,
facilitando la emisión de miles de permisos para actividades que van
desde el uso de motocicletas como taxis hasta talleres de arreglo de
acondicionadores de aire.

Hacia febrero había 34,000 licencias para actividades privadas en
Santiago, según cifras del gobierno, lo que representa un promedio por
habitante ligeramente superior al de La Habana, donde han sido emitidas
120,000 licencias.

Source: A dos años de "Sandy", miseria en Santiago de Cuba | Cubanet -
http://www.cubanet.org/noticias/a-dos-anos-de-sandy-miseria-en-santiago-de-cuba/

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